La Semana Santa llegó a fin este año con un balance bastante positivo, pues el buen tiempo acompañó permitió que todas las salidas procesionales programadas pudieran celebrarse con éxito e hizo que multitud de personas se echaran a la calle para asistir al ciclo de procesiones que salieron por Castuera con su cortejo de costaleros, nazarenos, madrinas y penitentes, así como con su característico sonido de cornetas y tambores.
Las últimas procesiones tuvieron lugar el Viernes Santo, día en que tres cortejos recorrieron las calles de Castuera; la primera en horario matinal, el traslado del Cristo Yacente desde la ermita de San Juan hasta la parroquia. Por la tarde-noche la procesión del Santo Entierro, en el que el paso de pasión del Cristo Yacente desfiló junto al de la Virgen de la Soledad y del Mayor Dolor y, por último, en la madrugada del viernes al sábado la llamada Procesión del Silencio.
Las cuatro cofradías de pasión del municipio «Virgen de la Soledad y del Mayor Dolor»; «Santísimo Cristo Amarrado a la Columna»; «Nuestro Padre Jesús Nazareno y del Santísimo Cristo Yacente» y «Santísimo Cristo de la Victoria», además la asociación que sustenta la «Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén», han demostrado un año más su compromiso con estas tradiciones, ofreciendo a los vecinos y visitantes una Semana Santa cargada de especiales y vibrantes momentos cofrades.
Las bandas de cornetas y tambores de las cofradías del Santísimo Cristo Amarrado a la Columna y de Nuestro Padre Jesús Nazareno y el Santísimo Cristo Yacente, así como la banda municipal de música, que acompaño la procesión de 'La Borriquita', también han demostrado un año más el buen trabajo y el resultado de los ensayos preparatorios.
La presencia de público en las procesiones repercutió también de manera positiva en el comercio local y establecimientos de hostelería que estuvieron a pleno rendimiento durante estos los días.
Así esta Semana Santa 2023 quedará en el recuerdo como uno de los años afortunados, en los que la climatología respetó y recompensó el trabajo que a lo largo del año realizan las cofradías en su empeño por convertir la Semana Santa de Castuera en un atractivo de carácter cultural, turístico y popular, además de su naturaleza religiosa.