Municipios incluidos en la ruta: Capilla, Peñalsordo, Zarza Capilla, Cabeza del Buey, Almorchón, Benquerencia de la Serena, Castuera, Zalamea de la Serena, Quintana de la Serena y Magacela
Tipo de sendero: Ruta en coche por carretera asfaltada
Longitud aproximada: 99 Km.
Duración aproximada: 1 u 2 jornadas, dependiendo del tiempo que se dedique a la visita de cada uno de los municipios incluidos en la ruta
Tipo: Lineal
Inicio y fin: Comienza en Capilla y finaliza en Magacela
Dificultad: Baja, fácil
Recomendaciones: Se recomienda hacer la ruta en coche y llevar calzado cómodo. Cualquier época del año es apta para realizar la ruta.
Más información sobre la ruta: http://turismolaserena.es/
Descripción: Desde Capilla, partir por la carretera EX-323 y posteriormente por la EX-322 en dirección a Cabeza del Buey. Desde Cabeza del Buey coger la EX-104 donde desviarse a la derecha para visitar la Ermita de Belén. Retomar de nuevo la EX-104 pasando por Benquerencia de la Serena hasta llegar a Castuera. En Castuera, tomar la EX-103 para llegar a Zalamea de la Serena. Desde aquí, tomar la EX- 114 en dirección a Quintana de la Serena. Continuar por la misma carretera hasta llegar a Magacela donde finaliza la ruta.
La Edad Media en La Serena está marcada por la ocupación musulmana durante casi cinco siglos (713-1236) y por los inicios de la presencia de la Orden de Alcántara. Del dominio musulmán aún restan en nuestra cultura numerosos vestigios, como restos en las localidades de Capilla, Almorchón, Benquerencia de La Serena, Zalamea de la Serena y Magacela.
A partir del siglo IX-X los primeros mozárabes se aventurarían por la zona de La Serena provenientes de la gran ciudad de al-Andalus, Córdoba, en peregrinación hacia Santiago. Marcarían lo que hasta principios del siglo XX se denominaba “Camino de los Moros”. Se trata del mismo Camino por donde pasó Almanzor o por el que en la actualidad transitan cientos de peregrinos en su viaje espiritual o cultural a Santiago de Compostela (Camino Mozárabe de Santiago).
La Conquista de La Serena en el primer tercio del siglo XIII por el Rey Fernando III y su posterior entrega a las Órdenes Militares del Temple y sobre todo de Alcántara, propició la creación de los primeros santuarios y ermitas, principalmente de advocación mariana, constituyendo hoy en día monumentos de gran valor histórico-artístico y de gran arraigo en las tradiciones y en el devocionario de sus pueblos.